domingo, 23 de diciembre de 2007

El Dharma

VIDA Y ENSEÑANZAS DE BUDA El dharma

99. La gran ley Buda no enseñó que el universo lo hubiera creado un dios, sino que habló de una gran ley (el Dharma) que impregna todo lo existente. Viviendo de acuerdo con esta ley, y soportando el sufrimiento sin huir de él, podemos conquistar la auténtica sabiduría y la auténtica compasión, es decir, la liberación definitiva del sufrimiento.

100. Dos palabras, dos sentidos La palabra que designa las enseñanzas budistas es Dharma en sánscrito y Dhamma en pali. El Dharma o Dhamma no abarca sólo las enseñanzas, sino la ley universal inherente a todas las cosas, y que les da su forma. En minúscula, dharma y dhamma indican los elementos mínimos de la existencia que componen un momento de conciencia, como el calor de una habitación, los ruidos de fondo, el regusto de la naranja que se acaba de comer, el olor del incienso y lo que se piensa. Todos estos datos son dharmas o dhammas. Están sometidos a un movimiento continuo y palpitante, en el que unos empiezan a ser y otros dejan de ser, aunque nosotros los experimentemos como una realidad continua.

101. El «Dhammapada» Traducido como «Camino del Dharma», el Dhammapada, que contiene respuestas a preguntas hechas a Buda en forma de 423 versículos divididos en 23 categorías, ha sido descrito muchas veces como la Biblia budista. Se trata de una parte muy popular del Tripitaka, el canon budista de escrituras, y está considerado como uno de los textos más importantes de la literatura theravada. La versión más conocida es la pali.

102. Cómo estudiar «Es importante adoptar una actitud correcta ante las enseñanzas que se nos imparten. Si el objetivo con el que se escucha es obtener ventajas materiales, o reputación, no se está estudiando el Dharma como es debido. Nuestro objetivo tampoco debería ser mejorar nuestro próximo renacimiento o una liberación exclusivamente personal del samsara. Escuchemos lo que se nos enseña con el firme empeño de llegar al estado de la omnisciencia por el bien de todos los seres». SU SANTIDAD EL 14º DALAI LAMA. TÍBET

103. La rueda del Dharma La Rueda de Ocho Radios simboliza las enseñanzas de Buda. Los ocho radios simbolizan los elementos del Noble Sendero Óctuple. El remolino del centro representa las tres joyas: Buda, el Dharma y la Sangha (la comunidad espiritual budista). La rueda también puede estar dividida en tres partes, en representación de sendos aspectos de la práctica. El centro simboliza la moralidad; los radios, la sabiduría, y el borde, la concentración.

104. El primer signo del ser El dukkha (sufrimiento) entraña apego a los seres queridos, a nuestro cuerpo y especialmente a nuestros ideales, así como la condición generalmente insatisfactoria y pasajera de la vida. Como es lógico, los budistas no creen que la vida sólo sea sufrimiento, pero sí que no puede ser únicamente gozo, porque todo es transitorio. Incluso en la vida más feliz hay sufrimiento, y el cambio es inevitable.

105. El segundo signo del ser Vivimos en un universo en estado constante de fluctuación. Es el annica. Nada dura siquiera un momento. Nada de lo que podamos coger o tocar es inmutable. Nosotros, sin embargo, tratamos de abstraernos de este movimiento continuo e implacable, y hasta de combatirlo, en vez de fluir suavemente con la naturaleza de las cosas.

106. El tercer signo del ser El "no yo" (anatta) hace referencia a nuestro apego a cualidades y características que concebimos como una unidad: "yo". Nos identificamos con nuestras opiniones sobre el mundo tal como es y tal como debería ser. En muchos casos, la infelicidad humana nace de que la gente defiende su sistema de creencias o ataca el de los demás, cuando lo cierto es que son simples ideas y pensamientos, y que formamos una sola familia, la humana. El miedo a lo desconocido y el "yo" son dos caras de la misma moneda.

107. Todo pasa «Así debes considerar este mundo pasajero: como una burbuja en un arroyo, un relámpago en una nube de verano, una lámpara que parpadea, un fantasma, un sueño». SUTRA DEL DIAMANTE

108. Unidad imaginaria Una carreta (o un coche) se pueden desmontar en varias piezas básicas: los ejes, las ruedas, el bastidor, las tablas, etc. Del mismo modo, la combinación de varios elementos (skandhas) (el cuerpo, las sensaciones, la percepción, la volición y la conciencia) es lo que da origen al falso sentido de un "yo" permanente.

109. Reconocer el "yo" «Cuando nos acaloramos por algo, cuando nos cohibimos, cuando nos tomamos demasiado en serio, o cuando nos ponemos de mal humor sin poderlo evitar, está presente el "yo". Cultivar la conciencia, decir sí a la vida y mantenerse "en forma" despejan la ilusión del "yo" y nos permiten prescindir de ella». THE MIDDLE WAY (REVISTA DE LA BUDDHIST SOCIETY)

110. El triratna Las Tres Joyas (triratna) son los principios nucleares de la vida budista: fe en Buda, en el Dharma y en la Sangha (la comunidad del budismo). En la tradición mahayana, la Sangha incluye a los budistas legos y a la gente normal, mientras que la tradición theravada la restringe a los monjes y las monjas.

111. Refugios «Me refugio en Buda; me refugio en el Dharma; me refugio en la Sangha. Me refugio en Buda, el más venerable; me refugio en el Dharma, venerable en su pureza; me refugio en la Sangha, venerable en su armonía. Me he refugiado en Buda; me he refugiado en el Dharma; me he refugiado en la Sangha. El verdadero Tathagata de iluminación perfecta y completa. Por eso tengo fe en él como mi gran Señor, y a él recurriré como maestro, sin seguir a demonios malignos ni otros caminos. Por compasión, por compasión, por gran compasión». "LOS TRES REFUGIOS", CANTO MATINAL COMÚN A TODAS LAS ESCUELAS

112. No son dos «Amigos, mi enseñanza del Dharma se basa en la meditación y la sabiduría. No digáis en ningún caso que la meditación se diferencia de la sabiduría. No son dos cosas, sino una unidad. La meditación es la esencia de la sabiduría, y la sabiduría es la función de la meditación». HUI-NENG. CHINA

113. Enseñanzas perennes «El mundo entero está lleno de peligros. El mundo entero tiembla, pero el Dharma que predican los budas para alcanzar el objetivo final... es inamovible e inquebrantable». MAHAVASTU

114. Un solo sabor «Como el inmenso mar, que sólo tiene un sabor (el de la sal), el Dhamma tiene un solo sabor, el de la libertad». PIYADASSI THERA. SRI LANKA

115. La tortuga ciega Hay una historia de un sutra budista que ilustra lo que tiene de afortunado un nacimiento humano. Una tortuga ciega vive en las profundidades de un gran mar, y sólo sube cada cien años a la superficie, donde hay un yugo de oro. Es más fácil que la tortuga meta la cabeza en el yugo que el que un ser prisionero del ciclo del renacimiento nazca como un ser humano que entra en contacto con las enseñanzas de Buda. El nacimiento humano es una gema rara, y de valor incalculable, porque la única forma de hallar el camino de la liberación es como ser humano.

116. Demasiado «A veces, si vemos reflejadas demasiadas verdades a la vez sobre nosotros mismos en el maestro o en las enseñanzas, nos cuesta demasiado aceptarlas, nos da demasiado miedo reconocerlas o nos duele demasiado aceptar que son la realidad; y cuando nos cuesta demasiado reconocer determinadas cosas de nosotros mismos, solemos proyectarlas en las personas que más nos ayudan y quieren; nuestro maestro, las enseñanzas, nuestro padre o madre o nuestro mejor amigo». SOGYAL RIMPOCHE. TÍBET

117. Dejando la balsa Buda comparó sus enseñanzas con una balsa que nos permite cruzar las aguas turbulentas del samsara y llegar a la otra orilla, donde podemos encontrar el nirvana. Al llegar al otro lado debejos dejar atrás la teoría del budismo (como la balsa de verdad, que sería tonto llevarnos) y confiar en nuestros propios recursos.

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